Amigos Antagónicos

El departamento…

Posted in Inspiración de otras partes... by neztha on agosto 26, 2010

Era la tercera vez que salían, la química era indudable. La llevó a su casa. «¿Quieres pasar?» le dijo esbozando media sonrisa. «Sí» le dijo con la otra mitad de la sonrisa. La tensión sexual se podía percibir a kilómetros de distancia. Subieron tres pisos hasta la puerta del departamento. Mientras la abría, ella le dio la espalda. Él se acercó a olerle el cuello. No pudo seguir girando la llave para abrir la puerta de lo rápido que reaccionó su piel. Cerró los ojos. Siguió abriendo. Cuando abrió la puerta ella dijo «Pásale, bienvenido a mi…» La paró en seco con un beso, el beso perfecto: apasionado, no muy lento, no muy rápido, no muy atascado. Ese tipo de besos que sabes que te va a llevar al mejor orgasmo.

Caminaron hacia el sillón mientras se seguían besando. Ella lo hacía de espaldas, él la guiaba caminando hacia el frente. La acostó lentamente sin dejar de besarla. Ella empezó a acercar su pelvis hacia él. Él le seguía el movimiento. El baile perfecto.

Las manos de un hombre que se saben mover en el cuerpo de una mujer son como pinceles en un lienzo.

La besó en el cuello, bajó lentamente, le quitó la camisa, pasaba la boca por el brassier negro que mas que estorbarle, lo prendía. Llegó hasta el botón de los jeans. Los abrió lentamente y se los quitó con cuidado experto. Su tanga combinaba perfecto con su brassier. Pequeña, invisible. Ella se quitó la tanga. Él, con la boca sumergida en su sexo, la llevo a seguir moviendo la pelvis, dejándose llevar por el placer que sentía. La tocó, metió dos dedos en lo más profundo. Ella gemía.

Se levantó para arrancarle la camisa al hombre que imaginaba ya dentro de ella. Le arrancó la camisa con desesperación mientras él se desabrochaba los pantalones. Ahora ya, los dos desnudos. El se sentó en el sillón. Ella con un movimiento que descubría su ritmo y flexibilidad, se sentó arriba de él, viéndolo de frente, abrazándolo con las piernas.

Después ese momento, el momento en el que por primera vez él entra en ella y ella suspira y se deja penetrar. Un leve gemido. Le pone los brazos alrededor del cuello. Lo besa. Le agarra la cara. Se mueve. Mueve la pelvis al ritmo de la música que están oyendo. Él le pasa las manos por la espalda, la acaricia, la besa. Agarra sus senos, los muerde.

Sus olores, su sudor, todo se combina en constante perfección.

Él la abraza de la cintura y sin salirse de su cuerpo, la carga y la acuesta en el sillón. La sigue besando. Ella le pasa las manos entre el pelo, le agarra la cara. Él, moviéndose cada vez más rápido, cada vez más profundo, la sigue penetrando. Ella echa la cabeza hacia atrás, abre la boca queriendo gritar de placer.

La vuelve a cargar, están parados uno frente al otro. La recarga contra la pared. Ella sube una pierna hasta llegarle a la cintura, él le agarra la pierna mientras la penetra. Se mueven, juntos, perfecto. Se besan. Élla lo empuja otra vez al sillón. Le besa el pecho y va bajando, le besa el sexo, lo lame y vuelve a subir. Él le agarra la cara y la vuelve a acostar lentamente en el sillón. Se mete en ella, gimen.

Ella empieza a sentir el cuerpo caliente. Se sonroja. Le acerca la boca al oído, «Me voy a venir», él no para de moverse, empieza a respirar más fuerte. Ella se empieza a venir, grita, él también se viene. Perfecta sincronía. La besa. Lo besa. Sudan, respiran. Se abrazan.

La imaginación se ha perdido con la existencia de la pornografía inmediata. La pornografía está tan a la mano, que ya aburre. Ayuda, sí, pero aburre. Su objetivo es el orgasmo rápido, quitarse la necesidad física de eyacular. La mente necesita regresar al estímulo del erotismo literario. Si la mente vuela, con ella vuela el cuerpo. El erotismo es un arte perdido entre imágenes vulgares. La pornografía no va a desaparecer, y el objetivo no es que eso pase. El objetivo es estimular la mente de muchas maneras y rescatar la capacidad que tiene para prenderse con palabras y no con imágenes ajenas.

publicado originalmente en el blog @Es_asi
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El techo…

Posted in Mi transpiración... by neztha on agosto 22, 2010

El despiadado abusador de corazones se levantó esa tarde desorientado… solo recordaba una llamada el lunes y tres decisiones seguidas de no dormir… le contrariaba el hecho de haberlo hecho (dormir) la cuarta noche, y las razones por las que despertaba de nuevo en su cama.

Se levantó con su pinta de tres días, mal afeitado y con aliento a 75 vasos, 32 botellas y un par de cartones… además de toda la nicotina y aditivos propios de 3 días perdidos en medio del circo mágico de la aberración…

Se miró al espejo y no sabía si iba o venía…

Se dispuso a refrescarse y salir a buscar respuestas; no duró mucho en lo de refrescarse, pero al estar listo, descubrió que se le habían agotado las máscaras en su ropero.

No sabía que hacer.

Su instinto siempre le avisaba el instante de ir por más, pero después de tres días perdido, no sabía en que oportunidad había usado su último disfraz para ojos que no quieren ver…

Tenía dos opciones: esperarse a la noche, dónde casi nadie ponía atención a los rostros, o salir, por fin sin máscaras a las aceras del mundo. Esta última opción lo asustaba demasiado. No recordaba como era la mueca que se hacía para sonreír, sus ojos casi no brillaban y no confiaba en las miradas directas con la gente. Intentó cubrirse su cara con algún tapete o funda, pero no lograba el mismo efecto… pensó hasta en una bolsa, iluso hasta de crear una nueva moda entre las aceras de la cual después reírse cuando tuviera su inventario de máscaras para el mes de nuevo completo…

No pudo decidirse por lo que esperó a la noche, la hora en que un psicópata, se oculta mejor.

Mientras esperaba, no se asomó siquiera a la ventana, le dio la vuelta a todos los espejos y se dedicó a mirar su maltrecho techo… blanco de oficio pero más amarillo por años; lleno de historias, impregnado de unas 36 clases diferentes de humos, olores a comida rápida, orgasmos, dos explosiones caseras y una mancha de humedad de dudosa preferencia… se preguntó que había sobre ese techo, que seguía a partir de ahí. Siempre se había sentido limitado por culpa de ese techo, de ese símbolo para muchos de protección pero tan confinador para el despiadado abusador de corazones. Se sentía aplastado, abusado, coartado por esa capa de concreto que lo separaba de lo que había más arriba, «más allá»…

Llegó la noche y quiso salir; miró por ultima vez su techo. Decidió pintarlo algún día, si volvía…

Salió al pasillo y llegó a las gradas; las miró largo rato, cuidando de que nadie viera su rostro sin máscaras. Observó su camino de siempre, el de ida y vuelta, las que lo llevaban abajo… y luego descubrió, como cuando un niño encuentra su juguete perdido, las que lo llevaban arriba, las que nunca había pisado, la que generaba preguntas sin respuesta. Ahí, sin máscaras, decidió ir un paso más allá, y las subió…

Al llegar al pasillo de arriba, se encontró un pasillo igual al de abajo, pero más iluminado, más limpio, con más color… recorrió las primeras puertas y se paró justo al frente de la puerta sobre su techo. Vio el mismo número de su cuarto, la misma puerta pero como todo en el pasillo, con más vida, más color… Pensó en abrir la puerta, pero ¿cómo?; metió su mano a su bolsa izquierda y sintió su llave, la sacó y miró su número, lo comparó detenidamente con el número pegado en la puerta… -debería de funcionar en un mundo tan predecible… pensó.

Tomó su llave, y la acercó al cerrojo de la puerta… justo a milímetros la puerta se abrió…

Salió de ella un viejo de barbas blancas, con los ojos rojos y traje verde… «tu nueva puerta está lista, pero ésta es tu nueva llave» dijo como si se conocieran desde hacía mucho tiempo…

Te dejé tres regalos sobre tu cama, pero solo puedes usar uno, tal como lo acordamos ayer…

El despiadado abusador de corazones no entendía nada… entró por su nueva puerta y encontró que por la luz que entraba de las ventanas, de nuevo era de día… era el mismo apartamento que tenía abajo, pero de nuevo, lleno de vida; miró hacia el techo y no lo distinguió; pudo ver incluso el vuelo de las 10 de la mañana que salía a la ciudad de pobres corazones.

Caminó hasta a su cuarto y encontró los tres regalos: un cofre con las máscaras para el mes, una soga, y un espejo sin reflejo… el viejo del traje verde y los ojos rojos se acercó para despedirse y le dijo «de los tres, ya conoces muy bien los dos primeros», -y para qué me sirve un espejo sin reflejo- reclamó el abusador… «si miras bien, encontrarás tu reflejo»…

El abusador no sabía que hacer; recordaba su mal día con la cuerda, sabía que las máscaras se le acabarían, pero el espejo… el espejo… para que un espejo… nunca se quiso mirar porque para eso estaba la gente, para mirarlo y apreciar su apariencia desgarradora y juguetona a la vez… para qué necesitaba verse de nuevo?

Pasaron dos horas, volvió a ver a su techo y notó que el avión no se había movido de su posición en el cielo…

Se decidió por el espejo, y el viento empezó a soplar, miró el techo y el avión comenzó a avanzar, las nubes de nuevo a viajar con el viento…

Y se miró al espejo, sin reflejo… y miró, y miró, y miró………………..

¿Quién soy hoy?

Posted in Inspiración de otras partes... by neztha on agosto 22, 2010

Es la pregunta más importante que podemos hacernos, y al mismo tiempo es la que no tiene respuesta.

Esa es una pregunta muy difícil porque en la medida que tratas de ser algo, cuando te das cuenta de que la verdad es imposible de encontrar y que lo que puedes encontrar es la autenticidad, ser uno mismo y no lo que los otros quieren que tú seas, empiezas a domar tu ego, a distanciarte del ego y caes en algo en el fondo bastante impersonal, sin definición.

Vas siendo lo que eres día a día pero cuesta muchísimo definirse.

Yo les puedo decir que no sé quién soy.

Sé lo que hago, sé lo que siento, pero no podría decir lo que soy, porque a medida que me estudio a mí mismo y entro a mi inconsciente, me encuentro con un mundo tan infinito del inconsciente, tan sin límites que es uno.

En la medida que te acercas a la muerte porque avanzas y el tiempo está contado, te vas dando cuenta de que todas las cosas son bastante efímeras, van cambiando y no hay nada que no cambie.

¿De qué te agarras?

Es como agarrarse de algo que se desliza y eso es difícil.

No se quién soy hoy, pero les puedo decir que hoy no me siento bien.

Cómo matar(se) un sábado… (Guía práctica)

Posted in Mi transpiración... by neztha on agosto 21, 2010

1. Levántese trasnochado y sin resaca; no hay nada peor que trasnocharse y que no hubiera lidiado ni licor ni sexo en la ecuación…

2. Reciba un desanimador mensaje a primera hora en su trabajo; resultaría mejor si se lo enviara alguien que estime mucho…

3. Desayune una bebida energética; igual si va a matar(se) el sábado, que lo haga con energía desde temprano…

4. Desperdicie su último día de trabajo; por ejemplo preparando algo para el siguiente lunes… en este punto debe de estar consciente que ese lunes no llegará, pero por lo menos le dejará trabajo adelantado a quien llegue a reemplazarlo; nadie es indispensable…

5. Intente provocar un accidente; como atropellar a un peatón cruzando la calle, o meterse «accidentalmente» al carril de una señora que nunca ve hacia los lados… todo esto le dará matiz social a su medio día, y de paso le creará un nuevo enemigo…

6. Maneje como maniático aun sin saber para dónde va; no hay nada mejor que sentir la adenalina y el vacío al irse en un bache de nuestras maltratadas carreteras; si provoca el accidente mientras maneja como maniático recibe doble puntuación…

7. Almuerce un plato típico de su país; que no lo recuerden por ser mal ciudadano…

8. Empiece con su cocktail de pastillas; experimente a su gusto…

9. A la hora del café, reemplaze la cafeína por algún otro tipo de droga fuerte…

10. Tome inmediatamente dos medicamentos diferentes para el insomnio; doble puntaje si lo hace antes de las cuatro de la tarde…

11. Revise en internet los efectos de una sobredosis; si no hay mucha toxicidad, doble la dosis, pero no se acuste a dormir… todavía…

12. Compruebe cuántos cigarros se puede fumar con un solo Hall’s en su boca; si logra más de tres, usted fuma demasiado rápido. Precaución, puede morir por eso…

13. Camine por todas las esquinas donde normalmente no camina en su casa; note las telarañas y demas bichos raros que viven ahí gracias a que decidió construir más espacio del que necesita…

14. Acuéstese con un trompo en la bolsa; si se logró dormir, su voluntad es más pequeña que su resistencia a los medicamentos y se acabó el juego…

15. Si se mantiene despierto, lávese los dientes…

16. Envíe un mensaje absurdo a alguien a quien desde hace mucho tiempo no le hable…

17. Hable con alguna ex y exígale que lo ofenda de todas las maneras posibles…

18. Ya con los nervios alterados y cargado de ansiedad, intente dormir…

19. Acuéstese boca arriba y con los brazos en alto…

20. Bájelos después de unos minutos, y entre en pánico al sentir su brazo izquierdo dormido; piense que le dará un ataque al corazón y que no hay nadie alrededor para ayudarlo; con todas esas sensaciones de nuevo, intente dormir…

21. Tenga pesadillas bizarras donde revuelva lugares cómodos, gente nueva, gente querida, sexo, y una madre soltera…

22. Ignore el sonido del teléfono…

23. Si se logra dormir, decida si quiere despertar o no…

24. Si logró matar(se) el sábado, felicidades, nunca va a leer este punto…

25. Si no lo logró, tiene siete días para prepararlo de nuevo…

26. Termine su noche sudando los químicos, refrescándose con whiskey tomando en una de las esquinas no visitadas de su casa…

27. El domingo visite una iglesia, y descubra potenciales clientes para su guía…

28. Seguir estas instrucciones al pie de la letra… si la letra no tuviera pie, búsquele el lado…

29. Es todo… por ahora… me llama el whiskey…

Olvidos…

Posted in Mi transpiración... by neztha on agosto 18, 2010

1. El olvido recurrente de perder las llaves, no se compara en nada con estar perdido buscando algo que está perdido que no se recuerda… pueden llegar a ser las llaves.

2. Una vez me metí a la biblioteca de mi Universidad mientras llovía; cuando me senté en la mesa con un libro de las leyes de Murphy, sentí en mis pies un paraguas que alguien más había olvidado. «Que dicha!», pensé, y decidí leerme un par de páginas y salir de nuevo de la biblioteca con mi nuevo paraguas y seguir mi camino. Finalizé mis dos páginas (o quizás tres – no me gustan los números pares), salí de la biblioteca, llegué a la acera y sorpresa: había olvidado el paraguas que alguien más había olvidado… volví al lugar a recuperarlo, pero ya se había ido… maldito Murphy…

3. Recordar fechas no es mi fuerte; siempre olvido para qué es importante recordarlas. Si lograra desarrollar esta capacidad, no tendría pagos atrasados, no hubiera peleado tantos aniversarios, y no habrían dudas cuando me toque lidiar con algún ciclo menstrual. Si alguien sabe de algún curso, avisar por acá…

4. A pesar de lo fácil que parece olvidar, pues olvidar no es fácil; aveces me gustaría poder olvidar a personas igual de fácil como olvido entregar un trabajo para el martes…

5. Todo esto me lleva a varias teorías: uno olvida lo que no quiere o necesita recordar; o se olvida para no tener que recordar, o sea no sentir culpa por haberlo olvidado, simplemente no se recuerda. También se puede olvidar por conveniencia, pero siempre habría que recordar lo que hay que olvidar, por lo que se convierte en una mentira.

6. Se deberían de olvidar todas las palabras románticas o en son de conquista que se digan a lo largo de la vida. Además de causar verguenzas en el futuro, el 82% son palabras o promesas IMPOSIBLES de cumplir por cualquier ser racional; a no ser que se quiera esclavizar a la vida de alguien más. Si es así, pues adelante masoquistas…

7. Me enferma olvidarme que me compré algo nuevo (casi siempre música); claro cuando la re-encuentro, me siento como si me hubieran regalado algo… a algunos les pasa con cosas materiales; no los culpo.

8. Me encantaría un día despertar y recordar que tenía una vida feliz, y que la encontré traspapelada entre mis cosas, o en una carpeta vieja de alguno de mis discos chinos de dudosa procedencia… me haría más feliz que encontrar las llaves o alguna manera indolora de sufrir… que dejaría de ser sufrir, pero es tema para otro día…

9. Me encanta cuando la gente se olvida de lo que yo recuerdo… me recuerda lo que ya había olvidado…

10. Igual hay cosas imposibles de olvidar: la sonrisa de mi hijo, el horario de Seinfeld, mi marca de pasta dental, que prefiero la ropa oscura, el camino a casa, y como abrir una lata de atún… creo que acabo de resumir los pilares de mi vida…

11. Espero nunca olvidar la contraseña de este blog… porque me recuerda que me puedo desahogar de todo lo que no me puedo olvidar…

Aunque la mona se vista de seda…

Posted in Mi transpiración... by neztha on agosto 17, 2010

En este mundo existen dos tipos principales de personas: los que saben quien son, y los que no.

Los que saben quien son, pues lo saben, se conocen, y se preocupan poco por dejarse de conocer; de hecho, aprenden siempre algo nuevo de si mismos, y se aceptan. Se suelen convertir en celebridades por su singularidad, aunque esto signifique la envidia de muchísima gente, y se aíslen cuando el resto del mundo se agrupa… algunos otros son ermitaños modernos, pero de eso hablo en otra ocasión.

Los que no saben quién o qué son tienen varias subdivisiones: los que definitivamente no tienen ni idea de que hacen o para que, y se la pasan en el mundo como parásitos sumando años, vicios y enfermedades, hasta que se les acaba el tiempo y se mueren sin ser nada más que personas con un nombre y apellidos, que fueron vecinos de alguien y excompañeros de alguien más. Nadie los conoció más que por tener un nombre y un apellido.

Luego están los que no tienen ni idea de quienes son, pero absorben elementos de todo el mundo. Estos son los esponjas, pero no por ser tan absorbentes significa que sean buenos: porque absorben de todo el mundo, pero no se dejan nada… son los que aprenden a fumar porque todo el barrio fumaba, el que ponía plata para el guaro aunque no tomara, y el que se hacía novio/a de la/el feo/a solo para no pasar a la historia como el que no se ligaba ni a una lagartija… estos no son menos parásitos que los anteriores, pero por lo menos tienen más y mejores anécdotas (claro, todas contadas en son de burla por los que esa persona creía que eran sus «amigos»).

Luego están los que no saben qué o quien carajos son, pero creen que si… estos son los que andan siempre atrás de la moda, porque una prenda los alimenta más y mejor que auto descubrirse, y prefieren ser conocidos por lo que andan encima, sus amistades o los lugares que frecuentan, que porque la gente los aprecie por lo que piensan… Estos son protagonistas de montones de historias de popularidad/fracaso, embarazos no deseados, adicción a drogas fuertes para sentirse más cool, y pasarse pidiendo ropa prestada entre amistades, porque claro, su poder adquisitivo nunca es igual al que quieren reflejar… La parte más interesante y absurda (por no decir ridícula) de esta sub-raza de seres (?) humanos, es que por ese «status» que ellos mismos se crearon en su cabeza, creen que pueden estar sobre y ofender al resto de las personas. Para mi (que no soy psicólogo), esta es una manera de sentirse superiores ya que están llenos de defectos físicos (porque los mentales no son capaces de verlos), mujeres frígidas en el sexo, hombres con penes pequeños (y no se pueden comprar su carro 4×4 de tamaño tres veces más que lo normal), o los clásicos que creen que por solo tener plata, son intelectualmente superiores, aunque ni siquiera hayan sido capaces de terminar el colegio… Lástima que no han inventado los implantes de cerebro…

En fin, ojalá mi estimado/a lector/a, no se haya visto reflejado en este último párrafo, y que su consciencia le alcance para que después de leer esto, se analice y vea objetivamente si sus últimas desiciones han sido para quedar bien con los demás, o con usted mismo…

Qué estén mejor cada día (pero si no quieren no…), y recuerden que los feos somos más, y algún día dominaremos el mundo…

Hábitos y Vicios…

Posted in Inspiración de otras partes..., Mi transpiración... by neztha on agosto 17, 2010

1. Un hábito no es necesariamente bueno…

2. Un vicio no es necesariamente malo…

3. Aún así todo vicio, puede generar adicción…

4. El adicto nunca reconoce entre el vicio o el hábito; muchas veces los identifica como lo mismo y nunca acepta ser adicto…

5. La aceptación de su realidad, hace al adicto querer salir de su adicción…

6. Si pudiera elegir, me gustaría ser adicto a dormir…

7. Dormir a la larga nos curaría de la misma adicción…

8. Esta adicción comenzaría  a hacerse un hábito…

9. Los hábitos no son necesariamente buenos… y empezaríamos de nuevo…

10. Alejandro Jodorowski lo explica mejor acá…

«Una vez que una persona adquiere un hábito, es muy difícil quitárselo bruscamente sin darle otro a cambio. Es por esto que los remedios bruscos, los cambios instantáneos de nada sirven.

Si se le coarta un vicio, el adicto lo cambiará por otro igual o peor.

Para que haya una renovación profunda, se debe sustituir una actividad nociva por otra un poco más útil sin que el afectado sufra y, de cambio en cambio, lograr que el sujeto vaya llegando a una actividad provechosa…

Si queremos salirnos de la trampa del ego es útil que comencemos por transformar la imagen que tenemos de nosotros mismos incorporando poco a poco nuevas informaciones: cambiar nuestra manera de vestirnos, cambiar la ubicación de nuestros muebles, cambiar de territorio, desprendernos de los objetos inútiles, cesar de frecuentar amistades infecundas devoradoras de nuestro tiempo, hacer cosas que nunca hemos hecho, estudiar algo nuevo, si se es un intelectual hacer trabajos manuales, si se es ajeno a la música, estudiar canto o un instrumento, practicar un arte marcial, aprender a fabricar pan, escribir un poema diario, integrar un grupo de ayuda social, etc. Las posibilidades de nuevas actividades son infinitas.»

Por favor LEAN!!! —> http://planocreativo.wordpress.com/

Sarcasmos de felicidad…

Posted in Mi transpiración... by neztha on agosto 16, 2010

1. Apenas termine de escribir esto, me dispondré a buscar dónde me hagan un sandwich de queso blanco con jamón… oficialmente mando a la mierda mi exceso de colesterol (por lo menos por hoy y/o mientras ande medio psicópata).

2. Me enferma la dualidad de ciertas personas, aunque sea feliz con una de las dos partes; es casi como amar solo la mitad de un bipolar…

3. ¿Porqué putas los días más deprimentes están nublados?

4. ¿Se suicidará la gente en un día soleado?

5. El sol igualmente puede causar la muerte… además de una inmensa sed…

6. La sed se sacia con líquido; algunos prefieren que sea solo líquido, otros preferimos que el líquido nos ayude a salir de ciertos planos astrales a los que les hemos perdido costumbre, aunque eso signifique que se corra el riesgo de quedarse en unos de esos planos astrales perdido para siempre… o no volver nunca más… (siempre he sido malo para recordar los caminos).

7. Se supone que cada quien tiene su camino; el mío lo veo como una enorme curva, hacia la izquierda, que pasa sobre otros caminos y deja siempre un desastre… al no haber correcciones en la curva, espero que se cierre algún día en forma de círculo… así sería como un fantasma pasando una y otra vez sobre los mismos caminos que pasé antes… si algún día se me antoja, empezaré a arreglar los desastres…

8. Un desastre no es irremediablemente algo malo…

9. Después de cada desastre siempre se ofrece ayuda cuando no es necesario…

10. La necesidad es diferente a la dependencia…

11. La dependencia me está hundiendo de nuevo…

12. Hundirse podría ser un desastre que le traería satisfacciones y paz a unos cuantos…

13. Por lo que repito que un desastre no es algo irremediablemente malo…

14. Malo sería que quedaran cosas incompletas…

15. Me encantan las ideas incompletas mientras escr…………………

¿Quién no miente? (via PLANO CREATIVO)

Posted in Inspiración de otras partes... by neztha on agosto 10, 2010

Excelente nota para aquellos que les encanta ponerle cola a lo que ven, a lo que a simple vista no es claro y ponen a la gente en situaciones absurdas, creadas a partir de una estúpida y destructora imaginación…
Si encontraran la manera de hacer fluir toda esa creatividad en precisamente «crear» y no destruir a base de mentiras, todo sería mejor… para todos…

¿Quién no miente? . ¿Cómo se cura a un mentiroso? . Alejandro Jodorowsky: Esta pregunta puede confundirnos: ¿alguien padece la enfermedad de mentir y se me pregunta cómo curarlo? ¿Se me pide entonces que recomiende un tratamiento psicoanalítico? ¿Cuál? Aclaremos el problema: no somos individuos aislados, para nosotros la sociedad es lo que el agua para los peces. Estamos estrechamente, indisolublemente unidos a a los otros, gran parte de nuestro ser es lo que la sociedad en la que vivimos es… Y vivimos en una sociedad mentirosa. Los políticos mienten con sus promesas, los comerciantes mienten con sus productos nocivos, los industriales mienten para saquear el planeta y esclavizar a los trabajadores, los abogados mienten haciendo liberar a bandoleros y asesinos, los médicos mienten haciéndonos tragar píldoras recomendadas por los magnates farmacéuticos, las guerras mienten haciéndose pasar por ideales patrióticos cuando son sólo pretextos para apoderarse de los tesoros naturales, la religión miente recomendándonos la pobreza mientras se enriquece, recomendándonos la castidad mientras sus sacerdotes fornican en las penumbras, miente el dinero convertido en algo abstracto sin real valor material, miente la educación universitaria creando en lugar de intelectuales sublimes a técnicos cínicos, miente el deporte con sus drogas y componendas deshonestas, mienten los museos convertidos en cabarets snobs, miente la publicidad ramera, miente la prensa y los demás medios de comunicación, mienten los policías cómplices de los narcotraficantes, ¿quién no miente?…

Para curar a un pequeño mentiroso, habría antes que curar a sus padres (un muy alto porcentaje de matrimonios es un lento infierno), a su sociedad, a su cultura, a la historia humana, construida a base de estafas, crímenes, injusticias y fanatismos….¿Qué podemos hacer entonces? Podemos comenzar por nosotros mismos, detectando claramente cuáles son nuestras mentiras, de qué manera chantajeamos a los otros, cómo nos vendemos, que personajes actuamos, de quienes nos aprovechamos… Y luego, el momento más importante, hacernos conscientes de cómo nos hemos mentido a nosotros mismos… Para sanarse hay que querer sanarse. Querer con la misma intensidad que una persona muriendo de sed clama por un sorbo de agua. Si logramos cesar de mentirnos a nosotros mismos, es decir comenzando a vivir como lo que somos y no como la familia, la sociedad y la cultura quiere que seamos, podemos entonces tratar de curar al pequeño mentiroso. Para lograr esto es esencial darle una meta futura, no como individuo sino como humanidad. Convencerlo que la raza humana no se ha formado por azar sino por un designio divino (explicándole que dios no es un viejo con barbas y falo gigante, ni una gigantesca gorda con mil senos, sino una impensable energia de amor). Explicarle que el destino del hombre es vivir tantos años como vive el universo, conocer todo el universo y por fin convertirse en la Conciencia del universo. Hacerle comprende muy bien, que si se miente a si mismo se encarcela en su ego, privándose de crearse un alma que lo volverá inmortal. Si el pequeño mentiroso, con una mente de mico, se burla de estos conceptos, hay que dejarlo que se sumerja en la realidad cotidiana y viva entre los millares de millones de otros mentirosos, sintiéndose un ciudadano normal.

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via PLANO CREATIVO

Una vieja receta…

Posted in Inspiración de otras partes... by neztha on agosto 9, 2010

1 taza de concreto

2 tazas de abstracto

1 corazón entero

3 cucharadas de grasa

1 kilo de carne de pecho

1/2 sobrecito de extracto de dolor

2 docenas de letras

Orgasmos al gusto

Rimas disecadas (para adornar)

1 calavera completa

Caldo de sudor (el necesario)

En un recipiente preferiblemente vacío derretir todas las letras y luego agregar una fina lluvia de una taza de concreto y dos de abstracto.

Cocinar a fuego lento removiendo con algún latiguillo sólido.

Empapar otra cacerola de papel con sudor verbal hasta que resulte soporífero, ahí nomás echarle un orgasmo y seguir fingiendo continuamente.

Picar sustantivos a cuchillo, retirando los excesos de grasa y los nervios. El corazón, literalmente, destrozarlo y arrojar los trocitos en el sudor verbal hasta que se enternezcan. Ahora es el momento de incorporarle la calavera completa y esperar.

Cuando las metáforas ya estén espesas, casi fofas, añadir las rimas disecadas, rotas o descascaradas, y revolver románticamente hasta que aparezca el resentimiento esclarecido con una pizca de gracia… En ese momento verter el segundo orgasmo…

Juntar todos los ingredientes en otro recipiente y no olvidarse de adobar con extracto de dolor.

Si el potaje llega al punto de ebullición retirar del fuego y dejar reposar. Si en algún momento huele mal quiere decir que marcha bien. Entonces rociar con perfume a discreción y dejar escurrir sobre un grueso diccionario.

El tiempo de cocción de este plato es de aproximadamente una vida. La degustación puede demandar varios siglos porque la poesía es un abismo que desemboca en una vieja receta de cocina.

Hágalo usted mismo y disfrútelo en familia.