Amigos Antagónicos

Mi amor por vos es único…

Posted in Inspiración de otras partes... by neztha on enero 4, 2010

pero no es mi único amor…

Sé que vos me amás, sabés que yo te amo;
mi amor por vos es único
pero no es mi único amor.

Bueno, anoche lo pasamos muy bien, nos podríamos volver a ver.

Ella supo que el pendejo flasheó y por las dudas le dijo otra vez:

Sé que vos me amás, sabés que yo te amo;
mi amor por vos es único
pero no es mi único amor.

Pueblo-chico-infierno-grande, ¿sabés?

Si se enteran tus padres esta vez,
voy a terminar en problemas y yo no quiero líos con la ley.

Así va a ser mejor, me conoces muy bien.

No me sigas, no pierdas tu tiempo, soy libre y vos también…

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El arte sagrado de la Reputación

Posted in Inspiración de otras partes... by neztha on enero 4, 2010

Cuándo nuestra vida se acabe, que quedará?
Cuando nuestros cambios de humor, carrera o estilo de vida llegue a su fin… ¿Qué quedará?
En esta enfermiza época de elevación de la (auto)expresión , hay algo que me asusta demasiado: el muy a menudo pasado por alto e ignorado hecho de que en la Web… cualquier cosa… todas las cosas… quedan registradas, «posteadas» o “grabadas” en alguna parte.

Y esas cosas pueden volver o rebotarle a uno… incluso frecuentarle y reclamarle… quizás no ahora… pero luego, hacernos desear no haber escrito o comentado algo y alguien.

He pensado mucho en el hecho de que, si bien la “cultura” se define como la expresión de una sociedad, imagínense la expresión de la nuestra a través de la Web, donde nadie sabe lo poco que me importa si se les rompió el brassiere ayer mientras tenían sexo en un carro, se les rompió un condón hoy, que se están muriendo de la goma o que están en las pijamas nuevas que les compró mamá o… cualquier cosa! (yo peco de esto a cada rato)

La cultura tiene la intención de elevar el alma del hombre y su identidad, no de degradarla.

Y no es que los pequeños momentos de nuestras vidas no sean importantes, ya que definitivamente son los que nos marcan y dibujan nuestros rasgos más marcados de personalidad. Pero yo NO QUIERO que los momentos triviales de mi vida DETERMINEN quien SOY o como me ve y lo que me he convertido para la llamada “psiquis-colectiva” que se ha convertido Internet.

Lo que estoy diciendo es que hablar cualquier mierda o hacer cualquier tonto comentario acerca de lo que me gusta o quien soy puede llegar a ser un arma de doble filo en medida de cómo se utilice… a menos que el egocentrismo sea una nueva virtud de la persona… ningún hombre es una isla … pero puedo estar equivocado…

Trivializar lo que uno es, es prostituir lo mejor de lo que somos y lanzarlo al olvido. Me desconcierta el hecho de la poca consideración que le damos a nuestra reputación.

La reputación no es hacerse famoso a base de estupideces o actitudes egocéntricas.

La reputación no es una tonta máscara social.

La reputación no es tener la ambición de conquistar el mundo con 500 amigos en alguna red social, o sumar contactos gracias a mi foto con carita sexy o en traje de baño.

La reputación no es la auto-elevación de su ser hasta convertirse en un personaje.

Una de mis frases favoritas es que en Internet no hay ningún programa de protección de testigos. Arruinen su reputación y esta los seguirá… para siempre.

Hace unos años, si su novia/o salía sola/o con sus amigas/os y se terminaba ligando a algún/a otro/a sonajas, tenían que pasar días y/o semanas para que llegara a los oídos del «venado». La omertá (ley del silencio) era la regla en esos días, y los chismosos eran actualizados por las pocas llamadas telefónicas a teléfonos residenciales.

Ahora, con la facilidad y agilidad del intercambio de información, en un abrir y cerrar de ojos, cometes un error, y el resultado final saldrá en en cuestión de minutos en Facebook y correos masivos, mientras un par de personas más con mucho gusto iniciarán a esparcir la noticia a su alrededor… Y las consecuencias? Pues ya todos las vemos… Y este ejemplo aplica para fotos y videos pornos de colegialas, retos a peleas y hasta basureadas hacia gente que al final terminan pasando factura.

En estos tiempos, se mete la pata, y se va a necesitar más que un cambio de empresa/ciudad/nombre/bar/profesión/look para arreglar el desastre.

No es solo prometer no cometer más errores y lamentarlos profundamente.

No es fallar miserablemente en actos o palabras y lamentarlo aún más.

No es decir que no decepcionaremos más a otras personas y lamentarnos de las relaciones que hemos perdido.

No es no volver a caer presa de las falsas percepciones e interpretaciones que son la nueva plaga de nuestras vidas y conversaciones virtuales…

Hay una diferencia absoluta entre la percepción y la realidad. La manera en que la gente me percibe, se aleja diametralmente de lo que realmente soy…

Si yo siguiera publicando fragmentos de trivialidades, no pasaría mucho tiempo (si no es que ya pasó) antes de que un pseudo retrato de la “masa” me encasille como cierto tipo de persona, cuando ni siquiera han compartido más de dos minutos conmigo, o ignoran o no comprenden mi ideología de vida, mi filosofía, lo que me alegra o incluso lo que me hace sufrir; en este punto de mi vida sería una manera de desperdiciar todos los esfuerzos de aprendizaje, cultura y conocimiento, para hacer totalmente lo contrario: prostituir lo que soy escribiendo lo que la gente “quiere leer“. Como me dijo una amiga, tengo que aceptar que soy un grandísimo criticón de mierda, inconforme siempre, pero que a la vez, tengo un grado de sensibilidad ante las situaciones y ante la gente, que NUNCA he querido que las personas a mi alrededor o que me leen, cambien de pensamiento o manera de ver las cosas. NUNCA he querido influenciar, ni carbonear, menos provocar algo o a alguien cuando hablo o escribo (súmenle mezclar música, tomar en X o Y bar, la situación de mi vida, las decisiones que tomo, etc); simple y sencillamente me acostumbré a ser lo que soy, decir lo que pienso, y sentir lo que siento; además de olvidarme de todo lo que no me conviene saber…

Mi moral elástica puede parecerle inmoral a otras personas, pero esas otras personas no han caminado un metro en mis zapatos para darse cuenta de lo que me hace falta o me sobra…

La reputación tiene que ver con nuestra dignidad.

La reputación tiene que ver con un sentido de legado.

La reputación tiene que ver con vivir de manera responsable y hacernos responsables de nuestras metidas de patas así como orgullosos de nuestros aciertos y éxitos.

La reputación tiene que ver con dejar de buscar culpables y afrontar las cosas como nos vienen. Eso además, es madurez.

La reputación tiene que ver con acciones y decisiones reales y concretas. No juegos o caprichos de niños.

La reputación es todo lo que tenemos! y talvez más…

Mis amigos antagónicos…

Posted in Inspiración de otras partes... by neztha on enero 4, 2010

Cuando uno crece se le caen muchos mitos.

Por ejemplo, hasta hace poco, yo creía que tenía muchos amigos, pero después de haber visto muchas cosas que he visto, he empezado a entender una máxima de La Rochefoucauld: «Por raro que sea el verdadero amor, lo es menos aún que la verdadera amistad».

Viene a ser lo mismo que decía Oscar Wilde: «Nada hay en el mundo más noble y raro que una amistad sincera». Y lo mismo te dicen los árabes: Tener muchos amigos equivale a no tenerlos.

Desde que mi personaje de la noche y la fiesta mezcla música, me salen amigos hasta debajo de las piedras. En cada bar nos viene a saludar alguien, nos invitaban a cervezas y tragos, a puros y rayas…

En cada noche en las que mi personaje anda en la calle, ha habido una buena «gallada» alrededor, dispuestos a cualquier cosa.

Pero no es lo mismo amigo que compañero de fiesta.

La amistad puede ser potenciadora de virtudes, pero no compañera de vicios.

Hay dos momentos en que uno se da cuenta de los pocos amigos que tiene: en la prosperidad y en la desgracia. Y yo he vivido ambas. Si, caes bien y más cuando eres el que rie más, y el que tontea más, y el más alegre. No caes tan bien cuando estás hecho polvo, la «gallada» huye de ti, les aburres.

Porque la amistad sincera se alimenta de recuerdos y la interesada de esperanzas, así de simple.

O sea, los buenos momentos hacen amigos, pero los malos los prueban. Y no crean, que ahora que lo pienso, los buenos momentos no hacen amigos, solo hacen falsos amigos. Porque la fiesta y la noche y sus libertinajes atraen a una horda de presuntos amigos , pero hace falta mucho ojo y muchas malas experiencias para caer en cuenta de que amigo o amiga no es solo aquel que se entristece con la noticia de cualquier desgracia de uno, sino aquel que no le envidia los golpes de buena suerte…